Miguel Cruz Tejada
NUEVA YORK._ Un alto porcentaje de las mujeres que son víctimas de violencia de género en esta ciudad, tienen también que cargar también con las deudas de sus victimarios, reveló ayer martes un informe oficial sobre la situación de la presidencia del condado de Manhattan. El reporte que fue presentado por el presidente del condado, Scott Stringer sostiene que ese es un problema que raras veces se conoce y se discute. "Las deudas económicas de sus victimarios con las que tienen que cargar las mujeres, aumenta su sufrimiento físico y emocional", señala el informe.
El problema es más frecuente entre mujeres inmigrantes que tienen miedo de acudir a las autoridades especialmente por tener un estatus de indocumentadas en Estados Unidos.
"La vergüenza y el temor a las leyes migratorias, son los factores más comunes para que esas mujeres no denuncien a sus agresores y que no busquen ayuda", sostuvo Stringer.
"Las víctimas de la violencia económica, están atrapadas en montañas de deudas que no han creado y de las que no son responsables", señaló el presidente del condado.
Explicó que en el estudio se encuestaron a 27 proveedores de servicios que cubren cerca de 25.000 personas.
Más de la mitad de esas agencias dijeron que por lo menos un 25% de sus beneficiarias, quedan con las deudas de sus parejas abusivas. Algunas han tenido compañeros que les han robado o les quitan sus documentos personales.
La mexicana Guadalupe Pérez de 43 años de edad y quien emigró cuando era adolescente a El Bronx, relató que su esposo no le permitía tener una cuenta bancaria a su nombre, sino compartida.
"Sin decirme nada, retiró $2.000 dólares de una cuenta que había creado para sus ahorros y que usaría para pagar la universidad de mis hijos", narró la mujer.
"Yo nunca tuve acceso a su cuenta, pero él sí a la mía", añadió la señora Pérez. "Son tantas cosas que me han hecho llorar mucho de rabia", sostuvo.
Otra inmigrante de Bangladesh dijo que una década después de haber dejado la relación con su pareja, todavía está debiendo cientos de dólares.
Dijo que su marido, nunca le permitió tener un teléfono propio, no le dio el número del de él y cuando salía a la calle se llevaba el aparato, dejándola incomunicada.
En el 2002 logró separarse, pero descubrió que debía $100.000 dólares por deudas a su nombre acumuladas por su ex esposo. "Me obligó a firmar un documento en el que se endeudaba con esa cantidad y tuve que firmarlo", agregó.
"Tomó mi firma y sacó todo ese dinero de los bancos", narró. Luego comenzó a recibir llamadas de agencias de cobros, fue demandada por tres acreedores, siendo rechazada por amigos y familiares que la trataban como una mendiga.
Tiloma Jayasinghe, directora ejecutiva de la organización Saki para Mujeres del Sur de Asia, anunció que su entidad ha comenzado a verificar los historiales de crédito de sus miembros.
"La seguridad de nuestras mujeres es la principal preocupación, por lo que estamos dando una respuesta a la crisis y es mucho más fácil ser abusada cuando no conoce el país o no cuenta con una red de apoyo", terminó diciendo la activista oriental.
0 comentarios:
Publicar un comentario