Las acusaciones, que incluyen también a cinco civiles, suman 1.600 cargos por delitos graves y menores, y fueron presentadas por el juez Steven Barrett de la Corte Suprema de El Bronx, mientras fuera del edificio al menos un centenar de policías manifestaban su apoyo a sus compañeros.
De acuerdo con los abogados de la defensa, la práctica de la que se acusa a los oficiales es una cortesía que ha existido por años en el cuerpo, y fue precisamente uno de los mensajes que se leían en las carteles que portaron agentes durante la protesta frente a la corte.
La división de Asuntos Internos de la Policía comenzó una investigación en diciembre de 2008 luego de recibir informes de que el oficial José Ramos tenía vínculos con un conocido traficante de drogas de El Bronx.
La investigación se amplió luego de que Asuntos Internos descubriera una práctica a gran escala de agentes que ayudaron a familiares y otros allegados a evadir el pago de multas por estacionamiento y otras violaciones a las leyes de tránsito, indicó además la Fiscalía en comunicado de prensa.
El pasado 22 de marzo el gran jurado se reunió para escuchar a testigos y evaluar evidencia sobre alegados crímenes cometidos por varios policías, que incluían intento de robo, hurto a gran escala, tentativa de posesión de sustancias controladas, obstrucción de la Justicia y mala conducta.
También evaluó evidencias contra varios civiles por crímenes de venta de marihuana y posesión de armas de fuego, entre otros.
La evidencia contra los agentes incluyen escuchas telefónicas, vídeos y otras técnicas de vigilancia.
Ramos, de 42 años y a quien se impuso una fianza de 500.000 dólares, se enfrenta a una pena máxima de 20 años de cárcel en caso de ser encontrado culpable de los graves delitos que se le imputan, presuntamente cometidos entre marzo y noviembre de 2009.
Entre las acusaciones contra este oficial, que deberá retornar a la corte el 5 de enero próximo, figuran intento de hurto mayor, transporte de heroína, venta de discos compactos y DVD piratas, y revelar la identidad de un informante que proveía información sobre una serie de tiroteos y homicidios, entre otros.
Catorce de los policías acusados hoy fueron dejados en libertad bajo su propia responsabilidad y su próxima audiencia también será el 5 de enero.
"Es difícil tener que anunciar, por segunda vez en una semana, que agentes de la Policía han sido arrestados por mala conducta, lo que mancha el buen nombre y la reputación de la mayoría de los oficiales que hacen su trabajo con honestidad y riesgo a sus vidas", dijo Raymond Kelly, jefe de la Policía de Nueva York, el estado más grande de la nación.
Ocho policías en activo o jubilados hacían parte del grupo de doce arrestados esta semana acusados de operar una red de tráfico ilegal de armas de fuego, tabaco y otros artículos de contrabando. EFE
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