NUEVA YORK._ El Departamento de Correcciones de la ciudad, emitió una disposición ayer martes en la que prohíbe a las mujeres que visitan la cárcel de Rikers Island, no usar ropas provocativas que puedan excitar sexualmente a los reclusos. La alcaldía de la prisión dijo que a las que violen la nueva norma, se les obligará a ponerse un camisón color verde neón oscuro y con medida XXL (súper grande). Pantalones cortos calientes, jeans ajustados y pegados al cuerpo, minifaldas, escotes que muestren parte de los senos y otros vestuarios insinuantes, son prendas de vestir que pasan a la historia en la prisión más grande del estado y una con mayor población carcelaria en Estados Unidos, dijeron las autoridades.
“Estas normas tienen por objeto garantizar la seguridad y el bienestar de la población reclusa, el personal y los visitantes”, dijo el portavoz del Departamento de Correcciones, Sharman Stein.
Además, la medida busca controlar el desenfrenado deseo sexual de los presos, algunos de los cuales han sido sorprendidos haciéndolo con las parejas que van a visitarlos en las amplias áreas de visita pública y delante de niños y niñas.
Un supervisor de la cárcel, señaló que esas escenas son “asquerosas”, porque los reclusos sorprendidos en las relaciones maritales, lo hacían ante los ojos de los menores y adultos.
También se prohíbe a las visitas llevar prendas que no sean anillos de boda. Unos 1.770 visitantes acuden diariamente a la cárcel de Rikers Island a ver parientes, amigos y compañeros y compañeras sentimentales.
Son requisados tres veces, antes de entrar al área de visita, pero aún así, muchos intentan meter contrabandos de todo tipo que incluyen drogas y armas.
La medida comienza con 800 camisetas por las que la ciudad pagó $5.000 dólares. La ropa se lava todos los días. Norman Seabrook, que preside la Asociación de Oficiales de Corrección, dijo que la nueva regla en la cárcel es una pérdida de dinero. “En vez de gastar el presupuesto en esa camisetas, la ciudad debe contratar a más oficiales carcelarios”, agregó el sindicalista.
La cantidad de esos oficiales, se ha reducido de 10.616 en el 2001 a 8.772 hasta el 2011, según un reporte de la Oficina Independiente de Presupuesto. Miles de reos están recluidos en la prisión, situada en la isla de Rikers a poca distancia del aeropuerto La Guardia.
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