La doctora Mary Gail mercurio, miembro de la prestigiosa entidad y dermatóloga del Centro Médico de la Universidad de Rochester (Nueva York), explicó que el medicamento usado por los veterinarios se denomina “Levamisol” y es utilizado para matar las garrapatas que se pegan debajo del rabo de las vacas y contiene una alta dosis de veneno tóxico.
En ese hospital, añadió la experta, se han atendido cinco casos de quemaduras y manchas en la piel en drogadictos que acudieron a examinarse. “Hemos visto zonas muy profundas en la necrosis (piel muerta) que normalmente se encuentra en el cuero cabelludo, orejas, cara y otras partes del cuerpo”, sostiene la catedrática.
“Es muy alarmante”, precisó. En Los Angeles (California), por lo menos una docena de pacientes han sido ingresados en la emergencia del Centro Médico Universitario de esa ciudad (UCLA Medical Center), según el canal local KTLA.
“Creemos que estos casos de reacciones cutáneas y enfermedades relacionadas con la cocaína contaminada, son sólo la punta del iceberg de un problema de salud pública que se avecina por la mezcla de esa droga con el Levamisol”, añaden los investigadores.
El medicamento, además de usarse para matar los gusanos en animales de granjas, se utilizaba anteriormente para combatir el cáncer de colon. Funcionarios de la Administración Federal de Drogas y Alimentos (FDA), dijeron que en meses recientes, además del Levamisol, los narcos han mezclado la cocaína con Esnifar, que pueden causar grandes erosiones en la piel y hasta llegar a podrir las caras de los adictos.
En el 2010, la DEA reveló que casi el 70% de la cocaína que entró ese año a Estados Unidos, fue “cortada” (mezclada) con Levamisol, mientras en el 2008, fue sólo de un 30%. Otros estados en los que se advierte a los drogadictos sobre el uso de la cocaína mezclada con esos medicamentos son Washington, Delaware, Nuevo México, además de Canadá.
La doctora Mercurio expuso que sospechaba que los narcotraficantes estaban usando el Levamisol, ya que les rinde más que haciéndolo con otros productos y químicos que sirven para alterar la droga.
“Esa mezcla, destruye los vasos sanguíneos bajo la piel, manchas negras y podredumbre en el tejido de la cara”, relató la científica. La doctora Noah Craft indicó que en uno de los casos más interesantes, el paciente consumió cocaína una vez más y sufrió el mismo efecto en la piel.
Explica que la necrosis es tratada con esteroides muy potentes o diluyentes de la sangre, pero si los adictos abandonan el vicio, pueden evitarse tratamientos muy costosos. “Si podemos eliminar la adicción a la cocaína, sería mucho mejor y no necesitáramos ninguna intervención”, terminó diciendo Noah.
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