SANTO DOMINGO, REP. DOM. Cada día aumentan los crímenes violentos en el seno de la sociedad dominicana y la población parece estar a merced de los delincuentes, pues, las autoridades son como se les dejaran el camino libre a quienes se dedican a delinquir. Las victimas más recientes de los delincuentes, son dos agentes de la Policía Nacional, el sargento mayor Denichel Pérez Pérez, quien fuera abatido en la avenida Cayetano Germosén en el Mirador Sur y el teniente de la misma institución Vivis Shang Rodríguez, muerto en el sector Los Trinitarios de la provincia Santo Domingo Oeste. Ambos oficiales fueron baleados por desconocidos de acuerdo a los informes ofrecidos al respecto. La incertidumbre y la impotencia de la población se acrecientan cada día, cuando nuevas víctimas caen bajo los planes criminales de los delincuentes que pretenden apoderarse de la sociedad, convirtiendo así esa nación caribeña en un feudo del crimen y la violencia. Así como estos esforzados oficiales de la policía cayeron, son muchos los que han corrido la misma suerte bajo las balas disparadas por los desconocidos que han optado por hacer del crimen su modus operandi, mientras que las actuales autoridades parecieran impotentes ante tales desmanes. Es hora de que tanto las autoridades civiles, policiales y judiciales aúnen mejores esfuerzos en favor de salvaguardar la ciudadanía y su propia integridad social, antes de que los criminales terminen por imponer sus macabras reglas de crimen. No pasa un día en el devenir de nuestra cotidianidad social sin que se den a conocer hechos violentos de sangre donde las victimas aumentan paulatinamente y los delincuentes, parecen estar ganando terreno en sus macabras pretensiones de imponer su ley y dominio. Es hora de que las actuales autoridades aúnen esfuerzos para poner fin a este estado de inseguridad ciudadana que viven los habitantes de la media isla, conocida como República Dominicana.
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