75 aniversario de la Policía Nacional Dominicana

A propósito de cumplir 75 años este próximo 2 de marzo la Policía Nacional, es triste decir, que después de tanto tiempo y a pesar de los grandes procesos de crecimientos estructurales y de grandes cambios en actualizaciones de sus normativas, nuestra policía es cada vez más débil en cuanto a la institucionalidad, en sus resultados eficientes en respuestas a los crímenes y violencias; menor en ganar la confianza y el respeto de la ciudadanía, y ni decir del deterioro ético y moral.

General Polanco, cuantos sectores de poder y de ignorantes apuestan a desintegrar la PN, su principal reto es proteger y defender la dignidad y calidad de vida de sus policías, además de lograr la uniformidad, rescatar el orgullo y el prestigio que se ha perdido.

Marque la diferencia y demuestre que usted no es ni será responsable de esos riesgos, necesitamos una gestión gerencial, profesional y humana.

Las autoridades son las llamadas a dar el ejemplo, en el conocimiento y cumplimiento de la ley, pero por el contrario, son los primeros en violarla y cuanto mayor jerarquía ostentan, mayor es la burla al ignorarla y pisotearla (congreso, gobierno y justicia).

En nuestra policía e igual pasa en el resto del Estado, las personas responsables y con integridad son perseguidas, discriminadas y excluidas a la primera oportunidad, en fin reciben todo tipo de maltratos, siendo víctimas del podrido sistema, sean estos funcionarios civiles o de uniforme. Y penosamente sufren la indiferencia del pueblo y la clase trabajadora que por temor e influenciada por la manipulación, toleran y se unen a la servidumbre voluntaria, dando vigencia y legitimidad a un sistema opresor e inhumano.

En conclusión, todo el mal radica en la falta de institucionalidad, un estado de derechos y una justicia simbólicos, ninguna voluntad política, la ausencia de políticas públicas adecuadas y quienes nos gobiernan y los que dirigen las instituciones forman parte de la corrupción, con la complicidad e indiferencia de la mayoría de los medios, los empresarios, la iglesia y la sociedad en general.

La Policía adolece de todos los males sociales, pues somos un reflejo de la misma sociedad; los policías comunes, humildes, de poco rango, que son la mayoría, son víctimas del sistema y son usados por quienes los dirigen, mantenidos en la ignorancia y la explotación. No cuentan con un órgano que proteja y garantice sus derechos y libertades ni hay ningún poder fáctico que lo haga.

La cultura de mando y el desenvolvimiento de los afanes policiales y militares es similar al de un estado de guerra o de excepción, viven en zozobra e incertidumbre constantes, sin planificación alguna que le permita programarse.

Uno de los agravantes a la debilidad institucional se debe a la confusión e indefinición de los roles de policías y militares. Pues cerca del 90% de los militares trabajan en tareas de seguridad ciudadana propias de policías; superando el números de policía en servicios. Esto dificulta ver la complejidad del problema. Debemos despolicializar las FFAA y desmilitarizar La Policía.

Cuando hablo de desmilitarizar no me refiero a la estructura y a los rangos, que quede claro, eso no impide el buen funcionamiento, de ser preventivos y eficientes, me refiero a la cultura militarista de actuar robóticamente, represivamente, sin razonar ni mediar, resolviendo los conflictos pacíficamente en alianza con la sociedad civil. Ver el ejemplo de la policía chilena “Los carabineros”, son la policía más eficiente y destacada en todo el Continente Americano.                

Por último lamentablemente los jefes que nos han tocado se le ha sobrado la cobardía para abusar de los ciudadanos y de los mismos policías, además de ser serviles, mediocres y lisonjeros de los gobiernos y los poderosos, pero le ha faltado valentía para disponer o proponer cambios evidentes y necesarios de la A a la Z para garantizar la paz social, los derechos y libertades ciudadana y formar una policía civilizada y moderna; en donde haya espacios para los policías probos y control con exclusión para los corruptos y criminales.  

Es de rigor agregar, que aún la institución policial es vista como la principal responsable de la falta de seguridad, la realidad es que nunca La Policía unilateralmente resolverá la inseguridad y demás violencias, para ello se hace imprescindible que la sociedad, todos los sectores se involucren y se integren, están obligados y le corresponde, pues la seguridad es un asunto de todos.

Las ONU, define a los policías como funcionarios encargados de hacer cumplir la ley junto al sistema de justicia. Sin embargo la justicia no ha dado participación en su reforma a nuestra policía, por el contrario la excluye y discrimina.

Para ir reduciendo el mal debemos aplicar de manera estricta el imperio o la dictadura de la ley. Eligiendo y designando autoridades probos y capaces en lo que debe participar activamente todo el pueblo.

Señor Jefe PN, en 75 años no hemos sido capaces de ver y tratar como seres humanos a nuestros policías, cásese con la gloria, siente un precedente a favor de la dignidad de los policías, inicie la conquista de la confianza ciudadana, reivindique el lema “Todo por la patria”.

Por:Juan Tomás Taveras