Martha Heredia, sin discusión posible, fue la figura dominicana de mayor relieve durante 2009. Su triunfo en Latin American Idol sirvió para levantar el alicaido orgullo patrio y, de paso, reafirmó que no todo está perdido entre los jóvenes criollos. Editoriales de prestigiosos periódicos fueron dedicados a la 'baby', mientras el país completo, en vilo, hizo un alto de varios días para apoyar a la artista en medio del aclamado certamen internacional y hasta el mismísimo Presidente de la República dió un discurso a la patria, previo a la ronda final del concurso, pidiendo a todos los dominicanos 'no abandonar a nuestra Martha Heredia'. Ni aún el enigmático Juan Luis Guerra pudo sustraerse del maremoto mediático generado por la joven santiaguera y también imploró al señor por su triunfo en Argentina. Hasta ese punto todo iba viento en popa y la carrera de 'La Baby', inflada a niveles insospechados, lucía condenada a un éxito inexorable. Montada en la cresta de la ola, y ya ganadora del LAI, volvió a un país que la recibió practicamente de rodillas, paralizado el tráfico capitalino, y de nuevo Leonel, el Presidente, aprovechó la efervescencia y popularidad de la humilde joven para dar otro emotivo discurso en Palacio, el segundo en apenas días, resaltando los méritos de la naciente estrella. Los programas de radio y televisión se peleaban por tenerla como invitada exclusiva y su sola presencia, aún sin cantar, garantizaba por entonces el éxito de cualquier espectáculo. Su última gran hazaña, ya en 2010, fue alzarse con el Premio Nacional de la Juventud. A partir de ahí, el sueño superlativo y precioso fundado primero, comenzó a trocarse en pesadilla, y solo fueron quedando borrosas ráfagas del mismo, hasta desembocar al fin del 10' con una noticia muy mala, la única que de ella trascendió a partir de la segunda mitad del año: mató, accidentalmente, a un ciudadano haitiano tras perder el control de su jeepeta en la ruta Capital-Santiago. Quiénes fueron culpables del desplome de Martha, a tal extremo que no le han grabado aún disco alguno ni supieron explotar tanta efervescencia? Por qué permitieron que su luz se fuera apagando hasta convertirse en brumas? Pocos se explican el por qué de la extraña inercia, la parálisis de una artista nueva, cuya mayor virtud, a la par de su potente voz, es comerse el escenario en vivo, cualidad tan precaria en estos tiempos...Pues bien, el dilema del millón es que, sitiéndose desamparada por su supuesto Mánager César Suárez, quien ni un pelo ha movido para promoverla e impulsarla ni en RD ni en ningún lugar, Martha Heredia recurre al ducho y experimentado de Eduardo Rodríguez para que la saque del oscuro laberinto en que la han metido. El país completo estaba inquieto por el apagón de su estrella. En apenas días, el otrora mánager de Fernando Villalona y autor de varios libros Best Seller, ha puesto de nuevo el nombre de Martha en la palestra. La volvió a reinsertar al medio con notable éxito, sorprendente incluso, porque ya muchos temían que la artista, sepultada durante tantos meses en el anonimato, fuera un cadáver andante. Pero no, ha vuelto al medio de buen modo, con cuenta en Facebook incluso, y brilla otra vez, no como en sus inicios, pero ahí va. Y saben ustedes hasta dónde llega la mezquindad y desprecio por el talento nuevo que muchos tienen: los mismos verdugos de Martha, los que abrieron una tumba y enterraron , de un tirón, todo su talento, ahora, empinados en una actitud miserable como pocas, salen al ruedo mediático intentando torpedear el buen papel de Eduardo y devolver a la santiaguera a su congelador de antes. Una locura total. En vez de sentarse con Eduardo y reforzar la fina estrategia por este implementada, lo que pretenden es, mediante un mamotreto de contrato que hoy invocan, matar de nuevo la gallina de los huevos de oro? Por qué hay que ser tan malvado, tan siniestro?? Por qué tanta perversidad?? Uno no entiende por qué hay tanta gente que ni lava ni presta la batea. (Johan Rosario).-
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