En la mayoría de los 35 estados que tienen la pena de muerte, una droga crucial para las inyecciones letales se ha agotado o está a punto de agotarse, según un estudio de la Associated Press. Y en muchos de ellos, el uso de otra droga sería un proceso largo y arduo, jalonado de recursos legales que obligarían a suspender las ejecuciones.
La droga, un anestésico llamado sodio tiopental, se ha vuelto tan escasa durante el año pasado que algunos estados han debido posponer las ejecuciones. Las demoras podrían extenderse al resto en los próximos meses porque el único fabricante estadounidense de la droga resolvió la semana pasada que dejaría de producirla.
Los estados han empezado a buscar otros proveedores o drogas.
"Se nos acaban las opciones", dijo el comisionado penitenciario de Misisipí, Chris Epps.
En la mayoría de los lugares no bastará un plumazo para aprobar otra droga: los estados tienen procesos regulatorios largos.
Además, un cambio de droga o de proveedor podría dar lugar a recursos de presos, quienes exigirían pruebas de que la nueva sustancia no causará sufrimiento, lo cual violaría la prohibición constitucional de castigos crueles. Algunos presos ya han presentado esos argumentos.
"Todo será recurrido en las cortes", dijo Richard Dieter, del Centro de Información sobre la Pena de Muerte, que promueve su abolición. "Algunas cortes exigirán pruebas y demorarán las ejecuciones hasta que el efecto resulte claro".
El sodio tiopental es un barbitúrico que se usa principalmente como anestésico en operaciones o para inducir el coma cuando un tratamiento lo requiere. Los estados lo usan como parte de un cóctel triple, para adormecer al reo antes de suministrarle bromuro de pancuronio, que paraliza los músculos, y cloruro de potasio, que detiene el corazón. Una ejecución emplea de dos a cinco gramos de sodio tiopental.
El estudio de la AP halló que algunos estados están bien provistos, como Nebraska, que lo obtuvo de la India, y California, de una compañía británica.
En cambio, Texas tiene apenas 118 gramos que vencen en marzo. El estado que más aplica la pena capital tiene dos ejecuciones programadas para febrero, una para marzo y una para julio.
La provisión de Misisipí, de 12 gramos, y la de Misurí, de 40, también expiran en marzo.
Otros 17 estados carecen de la droga: Colorado, Connecticut, Delaware, Idaho, Indiana, Kansas, Kentucky, Luisiana, Maryland, Montana, Nevada, New Hampshire, Carolina del Norte, Oregón, Utah, Washington y Wyoming.
Los estados de Alabama, Arkansas, Florida, Illinois, Pensilvania y Virginia, además del gobierno federal, se negaron a dar información.
La droga, un anestésico llamado sodio tiopental, se ha vuelto tan escasa durante el año pasado que algunos estados han debido posponer las ejecuciones. Las demoras podrían extenderse al resto en los próximos meses porque el único fabricante estadounidense de la droga resolvió la semana pasada que dejaría de producirla.
Los estados han empezado a buscar otros proveedores o drogas.
"Se nos acaban las opciones", dijo el comisionado penitenciario de Misisipí, Chris Epps.
En la mayoría de los lugares no bastará un plumazo para aprobar otra droga: los estados tienen procesos regulatorios largos.
Además, un cambio de droga o de proveedor podría dar lugar a recursos de presos, quienes exigirían pruebas de que la nueva sustancia no causará sufrimiento, lo cual violaría la prohibición constitucional de castigos crueles. Algunos presos ya han presentado esos argumentos.
"Todo será recurrido en las cortes", dijo Richard Dieter, del Centro de Información sobre la Pena de Muerte, que promueve su abolición. "Algunas cortes exigirán pruebas y demorarán las ejecuciones hasta que el efecto resulte claro".
El sodio tiopental es un barbitúrico que se usa principalmente como anestésico en operaciones o para inducir el coma cuando un tratamiento lo requiere. Los estados lo usan como parte de un cóctel triple, para adormecer al reo antes de suministrarle bromuro de pancuronio, que paraliza los músculos, y cloruro de potasio, que detiene el corazón. Una ejecución emplea de dos a cinco gramos de sodio tiopental.
El estudio de la AP halló que algunos estados están bien provistos, como Nebraska, que lo obtuvo de la India, y California, de una compañía británica.
En cambio, Texas tiene apenas 118 gramos que vencen en marzo. El estado que más aplica la pena capital tiene dos ejecuciones programadas para febrero, una para marzo y una para julio.
La provisión de Misisipí, de 12 gramos, y la de Misurí, de 40, también expiran en marzo.
Otros 17 estados carecen de la droga: Colorado, Connecticut, Delaware, Idaho, Indiana, Kansas, Kentucky, Luisiana, Maryland, Montana, Nevada, New Hampshire, Carolina del Norte, Oregón, Utah, Washington y Wyoming.
Los estados de Alabama, Arkansas, Florida, Illinois, Pensilvania y Virginia, además del gobierno federal, se negaron a dar información.
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