Un niño de 11 años de edad que regresaba de jugar béisbol fue asesinado ayer por un guardián del ingenio Porvenir, usufructuado mediante arrendamiento por españoles, provincia San Pedro de Macorís. Este hecho de sangre perpetrado por el vigilante que cuida los campos de caña del referido ingenio, provocó la indignación de los residentes en el poblado de Consuelo.
La denuncia del crimen contra el niño fue hecha por el señor Isidro Sánchez, en una llamada que hizo el pasado domingo a la sección “Que Hable el Pueblo” del programa Hablando Claro que se transmite por Romántica107.7.com, la we dominicanoshoy.com y romàntica.com.
El programa lo producen Júnior Sanz, el periodista Rafael G Santana, Amparo Almànzar y el doctor Reinaldo Martínez Duarte, en la República Dominicana, así como el doctor Rafael (Rafa) Antùn, desde Miami, Florida en el horario de 11:00 de la mañana a 1:00 de la tarde, los domingos.
El señor Sánchez narró que el niño recibió un disparo de escopeta en el pecho, muriendo en el acto, mientras que la empresa española que tiene arrendado el ingenio Porvenir se mantiene en silencio sin dar detalle de este vulgar asesinato.
Los niños y las personas que residen en las proximidades de los campos de caña de Consuelo y Porvenir acostumbran a cortar caña para comer, sin que antes hubiese pasado algo parecido.
El señor Sánchez pidió a los radioyentes del programa Hablando Claro que exhortaran y dieran facilidades para que la gente se pronunciara sobre el asesinato.
También, para que usando el periódico digital dominicanoshoy.com se envíen correos a los periódicos españoles y al gobierno dominicano, condenando el asesinato de un niño que tenia hambre y aspiraba ser un pelotero profesional de Grandes Ligas.
De San Pedro de Macorís, particularmente en Consuelo y Porvenir han salidos grandes estrellas como son Samy Sosa, Alfredito Griffin, Ricardo Carty y otros
Los productores de Hablando Claro demandaron que el Procurador General de la República ordene investigar este hecho de sangre para sancionar al culpable, estableciendo la responsabilidad civil de los españoles que administran el ingenio.
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