A un año del terremoto que acabó con la vida de 300 mil personas en Haití y que dejó más de dos millones de damnificados, alrededor de 810 mil haitianos aún viven en los campos de refugiados, los escombros que aún plagan las ciudades devastadas por la tragedia han frenado los esfuerzos de reconstrucción y la evidencia de la hecatombe sigue ahí.
La Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (FICR) afirmó que 'podría llevar hasta 10 años remover los escombros en Haití', tras el terremoto de hace un año.
El secretario general adjunto de Programación de Servicios de la FICR, Matthias Schma-le subrayó que a un año del terremoto el principal reto ahora es el refugio para la población que vive en campamentos y el principal obstáculo para lograrlo 'es el acceso a los terrenos'.
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Un informe del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) señala que el desplazamiento continuo, la aparición del cólera en octubre de 2010 y su rápida propagación por todo el país en menos de tres semanas, combinado con los disturbios acaecidos tras las elecciones del 28 de noviembre, permitió comprobar la existencia de una realidad desgarradora para los niños y niñas del país caribeño.
Basta un paseo por Puerto Príncipe para comprobar que, efectivamente, el trabajo que queda por hacer es inmenso:
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