Por José Zabala
Esta vez no tenemos culpables, porque se veía venir como una “crónica de muerte anunciada”, puedo decir que se trata más bien de un cambio o renovación de una institución obsoleta como lo es ACROARTE, que de acuerdo a su trayectoria y a los tiempos actuales, necesariamente tiene que revisar su dirección, concepto, y sobretodo el cambio del nombre del único premio que tiene el cual, hasta hace poco, se había llamado “Los Premios Casandra”.
Cada dos años vemos un despliegue de periodistas, tratando de alcanzar la posición más alta en ACROARTE, y durante todo este proceso realizan promesas, concesiones y acuerdos, que superan la de cualquier político criollo, con tal de alcanzar la presidencia de ACROARTE. A veces me pregunto, que tantos recursos tiene ACROARTE que todo el mundo quiere presidirla? Que tanto tiene que hacer ACROARTE para que todos deseen dirigir esta institución?
Con relación a los premios, obviamente debe existir un estímulo e institución seria que sea capaz de apoyar el arte y la cultura de nuestro país, y considero que es un deber de todos identificarnos con aquellas instituciones que se enfoquen seriamente en reconocer el desarrollo y crecimiento de nuestros artistas.
Desafortunadamente, hemos visto el deterioro de esta premiación en los últimos años, y por esa razón entendemos que ACROARTE junto con los premios Casandra, tanto su nombre como las instituciones que lo patrocinan deben de ser revisadas, y por consenso se haga la mejor de las decisiones para lograr que las expresiones artísticas del pueblo sean apropiadamente evaluadas y dignamente premiados aquellos exponentes, que cada año con sacrificio trabajan para llevar a toda la R.D. su talento para el deleite de todos los dominicanos.
Con relación al nombre de “Los Premios Casandra”, definitivamente opino que el mismo debe de ser cambiado, con esto no quiero faltar a la memoria de esa gran artista llamada Casandra Damirón que a través de su nombre se ha tratado de premiar lo mejor de lo mejor del arte en la R.D., todo lo contrario, creo que la familia de Casandra Damirón, ACROARTE, y el patrocinador principal del evento están de acuerdo con el cambio… entonces, porque no realizar dicho cambio?
De todas formas, el nombre no es que hace la premiación, la premiación lo hace la adecuada escogencia de los verdaderos ganadores. Además, no ha sido la primera vez en el mundo que se cambia el nombre de una institución o premio legendario, entiendo que es un proceso natural que pasa con cierta frecuencia cuando una premiación entra en la fase de desgaste o no está cumpliendo con el rol o fin establecido.
Ahora bien, si se trata de que la premiación tenga nombre de un artista reconocido, prefiero que se busque de alguien en vida o en caso contrario, con el respeto que se merece, el nombre el difunto que consideren haya hecho su aporte a la cultura popular. Humildemente puedo recomendar varios nombres que podrían llevar este premio, por ejemplo: Premio ACROARTE, Premio al Arte y la Cultura, Premio al Arte Dominicano, Premio Carlos Piantini, Premio Michael Camilo, Premio Freddy Beras Goico, Premio Yaqui Núñez del Risco, Premio Jacqueline Estévez, Premio Juan Luis Guerra, Premio Johnny Ventura, etc, etc, etc. Puedo decir que existen gran cantidad de nombres meritorios en la República Dominicana para distinguir la premiación de ACROARTE.
Y por último, quiero decir que si ACROARTE llegara a recibir fondos públicos, se hace necesario que en su directorio sea incluido alguna institución pública e imparcial que participe y certifique los procesos, con el fin de garantizar se cumpla con la verdadera función de ACROARTE, con relación a las premiaciones y orientación de sus recursos.
De cumplirse con todo lo mencionado anteriormente, de antemano garantizo que el ganador indiscutible del máximo galardón de este premio será el pueblo dominicano. www.zabalaaldia.com
0 comentarios:
Publicar un comentario