Moisés Pérez defiende gestión de 25 años ya firma dejó US$15 millones en contratos y 300 empleados
NUEVA YORK._ Alianza Dominicana, la organización de la diáspora criolla de mayor solidez y trayectoria y que ha servido por décadas en una diversidad de programas sociales, educativos y económicos a miles de jóvenes criollos de ambos sexos, madres y padres de familia, niños y envejecientes, está económicamente estrangulada y al borde del colapso.
La situación es tan crítica que los fondos han sido bloqueados, los servicios cesaron y el nuevo de edificio de casi $30 millones de dólares, podría pasar a manos de la Universidad de Columbia, arrendataria del terreno por 99 años.
Moisés Pérez, ex director ejecutivo (en licencia) de la entidad cree que hay una conspiración política contra la organización para hacerla desaparecer. “Yo no estoy en Alianza Dominicana desde hace dos años y no tengo las informaciones a mano como antes”, explicó Pérez.
“Ahora mismo, Alianza ya no tiene contratos, prácticamente ha perdido todo el portfolio de la institución, desde que yo salí. Dejé un presupuesto de $15 millones de dólares y el nuevo edificio inaugurado. Hoy en día, se han perdido todos los contratos con la ciudad y el estado y muchos programas han sido transferidos a otras instituciones”, añadió.
Dijo que la entidad está luchando por retener el edificio, debido a que el contrato exige que mantenga actividades en el local. “La situación es muy difícil y creo que a menos que la comunidad se manifieste y demande que de la misma forma que la institución fue desestabilizada bajo el pretexto de una investigación, exigiendo que sea restaurada, por un esfuerzo extraordinario de las autoridades, la organización desaparecerá”.
Pérez expresó que “que si se deja que se le arrebaten los recursos a Alianza, sería muy peligroso para la comunidad, porque el bienestar de las comunidades tiene mucho que ver con el bienestar de sus instituciones”.
Manifestó que además de Alianza se refiere también a los negocios del Alto Manhattan como sector financiero. “Cuando en una entidad como Alianza Dominicana, se pierden los recursos y 300 empleados así como los numerosos servicios que se ofrecían, se deja la comunidad indefensa. Es importante que todo el que haya tenido algún tipo de vínculo con la institución, se manifieste, haga llamadas y envíe cartas a las autoridades. Hay que hacer cualquier tipo de esfuerzo, porque cuando se pierde un recurso de esa magnitud, es muy difícil restaurarlo después”, agregó Pérez.
“En este momento Alianza está cerrada, se está luchando por recuperar los contratos perdidos para restablecer los servicios y preservar el edificio. Hay muchas deudas porque no ha podido recaudar fondos en los últimos dos años al ritmo que debería para mantenerse a salvo, pero está ahora tratando de recuperarse, pero obviamente los servicios ya no están ahí”, precisó Pérez.
Respecto a investigaciones judiciales en Alianza Dominicana, aclaró que esas pesquisas terminaron sin que ninguna autoridad pudiera atribuirle a él o a ningún otro funcionario de la organización, cargos por corrupción, mala administración o dolo en el manejo de los fondos.
Pérez dijo que el Departamento de Investigaciones de la Ciudad (DOI) concluyó hace más un año sus averiguaciones y es importante señalar que no encontraron que nadie violó la ley, no desaparecieron fondos y no hubo evidencias de fraude.
“Hace dos semanas, la Oficina del Procurador General del Estado Eric Schneiderman, anunció que tampoco sigue investigando a Alianza y no se encontraron evidencias de ningún delito como malversación de fondos, fraude, robos u otros delitos financieros que pudieran afectar el manejo pulcro de la organización”, añadió Pérez.
“También estamos pidiéndole al procurador estatal que le diga a la comunidad dominicana, al igual que la ciudad que produjo dos informes que en Alianza no hubo ningún tipo de fraude ni malversación de fondos y que todas las dudas que están sobre la institución deben ser aclaradas para que la organización tenga la oportunidad de restablecerse de nuevo y proveerle los servicios y el apoyo que requiere la comunidad”, expuso Pérez.
“Si no hay una maniobra política, insisto en que es imposible que un sector político se movilice contra la entidad, sin que haya ningún tipo de conspiración política”, expresó.
“Por simple tacto, la ciudad ni el estado siguen movilizándose sin consultar a los políticos del área y creo que debe caer un juicio y un peso sobre la participación de ellos. He notado que en los últimos dos años, los políticos nuestros se han pronunciado ni se ha visto su esfuerzo para tratar de rescatar Alianza Dominicana”, señaló Pérez.
“Si ha habido algún esfuerzo, entonces tenemos que admitir que no son tan poderosos como ellos dicen que son y no tienen ningún tipo de poder, porque han permitido que se caiga una institución de esa índole, porque esto no se trata ya de Moisés Pérez, que solamente he sido un actor de 25 años para traer recursos a la comunidad. Es más con los 300 empleados que tuvieron que irse con meses sin cobrar, merecen que se les haga justicia”, expuso el ex director ejecutivo de Alianza Dominicana.
“Si no hay conspiración política en esto, entonces no tenemos ningún tipo de peso político en esta ciudad y hay que de cualquier forma redefinir nuestra estrategia, nuestra situación y lo que verdaderamente representamos en la ciudad y el estado”, cuestionó Pérez.
Sostiene que es penoso que situaciones de esa índole estén ocurriendo y percibiéndose como irremediables.
EL EDIFICIO
Una de las principales preocupaciones de Pérez que asume la comunidad en general es el alto riesgo de que también se pierda el nuevo edificio de Alianza construido durante su gestión a un costo de casi $30 millones de3 dólares.
“El contrato que tiene Alianza Dominicana con la ciudad que es la dueña del terreno donde está construido el edificio. La Universidad de Columbia tiene un contrato de arriendo por 99 años con el municipio y Alianza con la universidad un sub contrato por 90 años, pero el contrato requiere que la organización provea servicios en el edificio y al no estar haciéndolo, está en una situación de violación del contrato”, explicó.
Pérez definió como extremadamente difícil y urgente la situación y que la universidad haga todo lo posible porque Alianza se restablezca y trabaje con la ciudad, con quien tiene una autoridad casi suprema para que no se produzca el colapso y que después que no vengan con el pretexto de que Alianza no es solvente para quitarle el edificio a la comunidad. “Nunca voy a aceptar eso”.
Terminó diciendo que ese edificio costó 10 años de trabajo, lucha y sudor para lograrlo y es crucial que una estructura de esa índole permanezca en manos de la comunidad.
“No vamos a permitir bajo ninguna circunstancia que Alianza desparezca y que la universidad no nos demuestre que haya hecho todo lo posible para reforzar la institución y que la ciudad y el estado también demuestren lo propio, porque si lo hacen, esto se resuelve”, añadió.
Dijo Pérez que el alcalde lo ha hecho en otras ocasiones con sus propios fondos. “Los problemas que tiene Alianza son tres gotitas de aguas en comparación con la fortuna del alcalde y si tenemos políticos que les interesa esto, tienen que demostrar que presionan a la ciudad, al estado, Columbia y al alcalde para que rescatar la entidad”.
Precisó que el reelecto congresista Charles Rangel se mantiene en contacto con el gobernador y el alcalde en busca de una solución “y espero que algo positivo surja de su esfuerzo”, terminó diciendo Pérez.
Por: Miguel cruz Tejada

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