José Ramón Vargas Espinal fue detenido en su residencia del Reparto Rosario, de la comunidad Loma de la Tatota, en Santiago, señalado como el sospechoso de asesinar a Rossy del Carmen Sosa Almonte.
Según la Policía, Vargas Espinal admitió que cometió el crimen contra su exconcubina, con quien había procreado una niña, de tres años ya.
El cadáver de Sosa Almonte, de 24 años, fue hallado en estado de putrefacción, presentando múltiples heridas cortantes en cuello y rostro, amputación de los dedos de ambas manos pos-muerte, según certificó el informe forense.
“El detenido había raptado a la joven de su residencia ubicada en la calle 11 número 50 del sector Buenos Aires y la condujo a unos matorrales de una finca localizada en la carretera El Naranjo, La Barranquita, donde aprovechó para ocasionarle la muerte”, dice el informe policial.
Agrega que “los investigadores policiales determinaron que el victimario amputó los dedos de su víctima a fin de que las autoridades no pudiesen determinar, bajo prueba de ADN, que él fue el victimario, ya que producto del forcejeo resultó con rasguños en la piel”.
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