Por ejemplo, en este medio de comunicación siempre nos hemos caracterizado por apoyar los nuevos talentos y las buenas iniciativas de jóvenes agrupaciones que están incursionando en la actual industria musical que se perfilan como los sustitutos de la actual generación.
Pero en la tarde de ayer mi decepción no podía ser mayor al observar el mal comportamiento del cantante principal del Grupo 24 Horas, Rodolfo Jaquez “Joell” y quien mostró una conducta grosera, momentos antes de subir al escenario, como parte de las atracciones del Desfile y Festival Dominicano de New Jersey.
Sucedió que, estando yo en el camerino, el joven Joel me pidió le permitiera ingresar al baño; como se trataba del baño móvil de mi tráiler, el tanque del depósito es pequeño y ya estaba lleno, y así se lo dejé saber. Pero el novato artista no aceptó la explicación y se le subió un aire de superioridad al rostro diciendo cuantas maldiciones pudo.
“Tú sabes quién soy yo?” Le dije que no, ni me interesaba saber. A lo que preguntó nuevamente “y tú, quién eres maldito lambón?”. Le respondí que era el dueño del tráiler, pero esto le enfureció más diciendo que me metiera el baño por el cul… (refiriéndose donde la espalda pierde su nombre), y que yo soy un mamague….. (no entendí bien la palabra) y que él tiene dinero para comprar cinco tráiler como este.
Ante la mirada atónita de algunos integrantes del grupo y admiradores, el intérprete de “nena estás en mi mente…” se marchó sin antes volver a pronunciar estas elocuentes palabras: “azaroso, mamague….
Algunos minutos después, Joel regresó repitiendo los mismos insultos y que “si a mí me da la gana, no subo a la tarima a cantar, porque yo soy el ídolo del evento”, como si se tratara de un famosísimo artista.
De nada valió la intervención del mánager del grupo Jochy Rodríguez ni otros amigos para que el muchacho ocultara el efecto de la mala calidad de la sustancia que parece había ingerido.
Lo cierto es que su mala conducta sorprendió a los presentes allí y denotó una enorme falta de educación en su comportamiento, y que debemos destacar, nada tiene que ver con los demás integrantes del grupo.
Abogamos porque este tipo de conducta no afecte a nuestra juventud, que esperan siempre de sus artistas obtener el mejor ejemplo a seguir.
Por Rafael González
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