NUEVA YORK._ María Luna, es posiblemente una de las más viejas y legendarias activistas políticas y comunitarias de la comunidad dominicana en Nueva York. Emigró a la ciudad en 1961 junto a su madre viuda y dos hermanas. Desde entonces, se ha dedicado a luchar por la defensa de los intereses de la diáspora criolla en una diversidad de temas, cuya trayectoria la llevó a posiciones estatales claves en el Partido Demócrata, incluyendo ser escogida una de tres súper delegados en la convención en la que se escogió a Barack Obama, como el candidato de esa organización.
En 1991, lanzó su candidatura a concejal, pero fracasó en el intento. Ha seguido trabajando por reclutar más miembros al partido oficial y ahora, luego de décadas de activismo, quiere volver a competir por el mismo puesto en el 2013.
En una entrevista con un medio anglófono local, ella dijo que está considerando seriamente en lanzar de nuevo sus aspiraciones al escaño municipal, con lo que buscaría, un asiento por los dos principales distritos, el 7 y el 10 del Alto Manhattan, ocupados ahora por el afroamericano Robert Jackson al que no le lleva muchos años de diferencia y su compatriota Ydanis Rodríguez en una edad de algo más de 30.
Sostiene que mucha gente, le ha estado preguntado que porqué después de tantos años, no hace el intento de nuevo y responde que si decide hacerlo, será con la intención de que una mujer se posesione en la curul del ayuntamiento local.
El Alto Manhattan que abarca los vecindarios de Washington Heights, Marble Hill e Inwood, fue representado en la Sala Capitular por una mujer, Arlene Stringer en el período 1976-77, cuando los ediles sólo podían ejercer por un año y era la madre del actual presidente del condado de Manhattan, Scott Stringer.
Luna fue escogida por primera vez a una posición política de importancia en 1983 cuando llegó a líder de distrito demócrata en Washington Heights. Fue, la primera dominicana electa a esa instancia y la pionera en ambos sexos.
En este momento, ella sigue en sus funciones de líder de distrito y dirige el Club por la Reforma Demócrata de Audubon, fundado en 1960 por activistas contra la guerra de Vietnam. Recuerda su participación en las manifestaciones nacionales que se hicieron contra la invasión norteamericana al país oriental. En 1990, fue electa como la primera latina en el Comité Nacional Demócrata y se mantiene como una de las principales dirigentes demócratas y funge como vicepresidenta del Bloque Hispano de ese comité en el Noroeste de Estados Unidos, que cubre desde Washington, DC hasta Maine, además de Puerto Rico.
Se define como una de las “mejores vendedoras políticas demócratas” de Nueva York, porque le gusta hablar mucho. Todos los candidatos a posiciones de importancia en el área, la tienen como una especia de “matriarca”, consultándola sobre estrategias de campaña y procurando su ayuda en problemas de los envejecientes, viviendas, inmigración y otros temas.
Soltera, reside junto a su hermana mayor Juana en un apartamento de la avenida Riverside Drive. Su otra hermana murió a los 61 años en 1999. Su madre, quien trabajó duro en el llamado Distrito de la Aguja, en una factoría de ropas, falleció en el 2007 a los 94 años de edad. Tenía su mismo nombre, mientras su padre – Juan Ramón Luna – un ex capitán del Ejército Nacional en la dictadura de Trujillo, murió en Santiago de los Caballeros, el pueblo natal de la familia en 1941 de un ataque cardíaco, a los 33 años de edad.
Se graduó de bachiller tras su llegada a Nueva York y se tituló en el Colegio Comunitario Manhattan. Recordando que las dominicanas y dominicanos de piel oscura como ella, enfrentaban una fuerte discriminación para ser empleados en esa época, consiguió buenos trabajos en el centro de Manhattan, antes de ser contratada para trabajar en el Departamento de Contabilidad del Museo Metropolitano en 1983.
Mientras trabajaba en esa prestigiosa institución, se involucró en actividades y organizaciones comunitarias, llegando a ser presidenta de la Junta Comunal #12 de la que fue miembro durante 24 años.
En 1991 y cuando el Concejo Municipal decidió abrir 16 nuevos escaños para ampliarse a 51 representaciones, decidió postularse en el distrito 10, siendo vencida por el actual asambleísta Guillermo Linares, quien se convirtió en el primer concejal dominicano en la historia de la ciudad y Estados Unidos.
El senador estatal Adriano Espaillat, fue también otro de los contendientes contra Luna, quedando él en tercer lugar y ella en el segundo. Ese mismo año, una dominicana fue electa alcaldesa de la ciudad de Englewood Cliffs en New Jersey.
Su vista está puesta en el distrito 7, donde Jackson, ejerce su último período y está legalmente impedido de reelegirse. “Para nosotros ganar en ese distrito, el candidato o la candidata, necesitará de un apoyo amplio”, explicó la activista.
Definiendo como muy importante el que un aspirante criollo (hombre o mujer) llegue a ese escaño, destacó que no se ganará por el simple hecho de ser dominicana o dominicano, sino por una agenda que esté acorde con las necesidades y respuestas a los problemas de los residentes del área.
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