NUEVA YORK._ Activistas comunitarios y dirigentes políticos dominicanos, rechazaron los resultados del censo 2010 en cuanto a la cantidad poblacional de la diáspora criolla en Nueva York y dijeron que los mismos se contraponen a la masiva cantidad de quisqueyanos que llenaron los formularios del sondeo federal que se hace cada 10 años. El senador estatal Adriano Espaillat dijo que el liderazgo estaba encantado con la gran concurrencia de dominicanos y dominicanas que se censaron, pero están en desacuerdo con recientes cifras dadas a conocer en las que se registra una caída de hasta un 9% en la población Washington Heights, el barrio con mayor población dominicana en el mundo.
La estadística federal sostiene que más de 10 mil dominicanos abandonaron el Alto Manhattan desde el 2000, cuando se contabilizaron 167.128 en éxodo y cuyo número se estableció en 151.574 para el 2010. Espaillat indicó que quien quiera ver si los números del censo son reales, sólo tiene que caminar por avenidas como Dickman o Broadway, donde notarán la masiva cantidad de dominicanos e inmigrantes de otros países.
“Este lugar, el Alto Manhattan, no es uno del que la gente se aleja fácilmente, porque no estamos en Buffalo”, añadió el senador estatal oriundo de Santiago de los Caballeros en la República Dominicana y con más de 30 años de activismo político en el vecindario.
Manifestó que a pesar de que los funcionarios federales del censo, alegan que esa comunidad es difícil de contar, estableció récord en responder al llamado del Censo 2010, llenando y enviando masivamente los formularios. Espaillat resaltó que las preguntas fueron respondidas por residentes legales como indocumentados.
Se preguntó cómo se explican los números adversos, cuando muchos otros barrios con un alto número de inmigrantes, se quedaron muy atrás en llenar los formularios. Recordó que la campaña encabezada por él y otros líderes y activistas dominicanos, comenzó un año antes del censo y dio extraordinarios resultados de motivación.
El senador estatal explicó que ese esfuerzo abarcó todos los escenarios institucionales y puntos de movimiento masivo en la comunidad, como son las entidades comunales, iglesias, estaciones de trenes, comercios, medios de comunicación, además de enviar la motivación por correo regular a los buzones de cientos de miles de habitantes.
“Llegar a los neoyorquinos a través de los medios de comunicación, también fue clave en el éxito de nuestra campaña”, agrega Espaillat. Altagracia Hiraldo, funcionaria de Alianza Dominicana, indicó que durante la realización del censo, encontró una gran cantidad de personas con miedo a dar sus informaciones personales, pero luego que se les convenciera de que la agencia de inmigración, no tendría acceso a los datos, cambiaron de opinión.
“Fue un trabajo duro, pero al final conseguimos que participaran”, sostiene la activista comunitaria. Los dominicanos participaron en un 75% al responder al censo, cifra que no se refleja en sus resultados, dijeron los dirigentes.
Los números revelados ayer lunes, llamaron también la atención del alcalde Michael Bloomberg, quien advirtió que la ciudad impugnaría los resultados para obligar al Buró Federal del Censo a contar a todos los neoyorquinos.
Además de Alianza Dominicana, en la promoción del censo estuvieron involucradas entidades como la Coalición del Norte de Manhattan, la Coalición de Desarrollo Económico y la Coalición de Washington Heights e Inwood.
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