Por Azucena Guzmán
Iglesia Puerta Del Cielo
Una Iglesia Con Visión
Hebreos 11: 6 nos dice: “pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le ahí, y que es galardonador de los que le buscan. Entre en acción, active mi fe, fue en aumento como la aurora del día.”.
Hace poco. Pase una situación y fuerte, la verdad el primer día fue bien difícil pero me recordé de una de las promesas tan bellas de Dios. Le dije, a Dios, “Señor para ti no hay nada imposible de acuerdo a Lucas 1:37 ¡Guarda la vida de mis hijos”! Un grupo de terroristas, secuestraron a mis hijos en México. Fueron vilmente torturados, pero Dios en su infinita misericordia guarda sus vidas.
Cada día mi fe crecía y se fortalecía, dije: Mayor es el que está en mí y mis hijos, no tengan temor mi corazón de malas noticias Salmos 112:7. ¡Y decrete que mis hijos son hijos de Dios, están cubiertos con la sangre de Jesucristo y ninguna arma forjada del diablo los dañara!
Mi confianza estuvo y estará siempre en El Señor Jesucristo. Al tercer día tuve noticias de mis hijos, hable con uno de los secuestradores el me dijo que no me preocupara que pronto soltarían a mis hijos que ellos estarían bien porque ellos son hijos de Dios y yo le dije: ¡claro si ellos son hijos de Dios! De inmediato me cerró el teléfono. Lo que dijo el secuestrador hizo que mi fe se fortaleciera mas y pensé el mismo diablo tiene confirmado que mis hijos son hijos de Dios.
Mis pastores y la congregación son tan bellos, quiero que sepan que los quiero mucho pues me apoyaron mucho todo el tiempo dándome palabra. Los tenias de rodillas clamando a Dios, les doy las gracias. También todos se unieron en oración y ayuno. Y en otras congregaciones aquí en EU, México y diferentes partes del mundo, se levanto un clamor por mis hijos. Se unió el pueblo de Dios por un mismo sentir. Mi gratitud y amor para todos.
Le pedí a Dios paciencia para alcanzar la promesa, yo sentía en mi corazón que Dios me devolvería a mis hijos sanos y salvos. Al cuarto día, llame a un profeta de Lima Perú, el oro por mí y me dijo que aunque parecía cosa de locos mis hijos Dios los guardaría que nada les pasaría, que tuviera fe, todo dependía de mi fe y eso sería lo que iba a recibir. Si mi fe era grande el milagro seria sobrenatural. También me dijo que me mantuviera firme sobre la roca inconmovible que es Jesucristo. Valiente y fuertemente armada con la palabra, como un soldado cuando va a la guerra armado porque era una guerra espiritual contra el enemigo.
Tome todas las promesas de Dios en la biblia, las que pudimos encontrar. Hebreos 12:2 Puestos los ojos en Jesús el autor y consumidor de la fe. Así me mantuve firme y creyendo, como Abraham el padre de la fe. En Hebreos 6:15 dice: Y habiendo esperado con paciencia alcanzo la promesa. Poniendo toda mi confianza en la fidelidad y soberanía de Dios todo poderoso. Pasaban los días y no sabía nada de mis hijos. Todos los días leía los milagros que hizo Jesús cuando estuvo como hombre aquí en la tierra, hoy también los hace nada cambia Dios es el mismo. Su palabra me renovaba, era mi alimento. Siempre declare la presencia del Espíritu Santo sobre mis hijos, todo el tiempo declarar vida, fortaleza, fe, paz y sus mentes renovadas.
Fueron 14 días de silencio, en esos 14 días vieron morir 5 personas, a todos los torturaron igual. Jesús fortaleció los cuerpos de mis hijos, a uno de ellos nada más una costilla rota y golpes en todo el cuerpo, los intestinos paralizados por falta de alimento pero gracias a Dios nada grave. Dios restableció la salud de mis hijos. El último día los iban a quemarlos. Decidí ir a México, quería estar con ellos cuando regresaran a casa, cuidarlos y abrazarlos, era importante que yo estuviera con ellos un tiempo, para ministrarlos y darles palabra de Dios.
Me fui decidí hablar con los secuestradores. ¡Pero saben no fue necesario! Dios peleo la batalla, ese día que llegue a la ciudad de México, Dios liberto a mis hijos, hasta retraso el segundo avión que tome para llegar a mi destino final todo con un propósito. Llegue 3 horas más tarde. Ya no fui hablar con los secuestradores pues tenía que manejar 3 horas, esa carretera de noche es peligrosa lo deje para el día siguiente por la mañana. Estaba planeando con mi familia como llegar a ese lugar, cuando suena el teléfono, era uno de los secuestradores que ya habían liberado a mis hijos, nos postramos a clamar, declarando la victoria, confiamos en la soberanía de Dios.
Hasta ese momento no sabíamos nada de mis hijos, no los habíamos escuchado, porque a veces hablaba uno de esos hombres y decía que ellos estaban bien. Yo lleve un pandero, porque dije que cuando Dios liberara a mis hijos yo iba hacer una fiesta para Dios. Aproximadamente una hora más tarde después de la llamada, llamaron mis hijos, venían en un taxi, yo me puse Adorar a Dios, tocando el pandero. La persona del taxi les prestó el celular. Dijeron: ¡preparen el dinero para pagar el taxi vamos camino a casa, estamos bien!
Fue tan hermoso el regreso de mis hijos vimos la gloria de Dios. Dios es bueno todo el tiempo. El mismo día que yo llegue Dios me devolvió a mis hijitos, fue grande la bendición, ¡solo hay que creer! Mateo 21:22 “ Y todo lo que pidieres en oración creyendo, lo recibiréis” Le doy gracias a Dios por su fidelidad.
Te invito a creer en las promesas de nuestro padre celestial. No importa lo que estés pasando, cualquiera que sea el gigante o situación, para Dios no hay nada imposible. No dudes, no temas, ni desmayes, la fe es la llave para poder recibir tu milagro. No podemos dejar que el enemigo nos siga robando las bendiciones que nuestro señor Jesús ya pago en la cruz del calvario. Empieza el año nuevo marcando la diferencia, con nuevas metas y sueños. Dios está contigo y está dispuesto ayudarte solo búscalo, El está esperando por ti. Así como lo hizo con mis hijos y conmigo lo puede hacer contigo.
¡Bendiciones! Si necesitas oración, puedes llamarnos al 845-664-5206.
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