por Olaya Dotel*
El ocaso del Presidente
Cual atardecer, las luces del gobierno del presidente Fernández se están debilitando. Las sombras se apoderan de sus acciones restándole la brillantez asociada al ejercicio exitoso del poder.
El ocaso del Presidente
Cual atardecer, las luces del gobierno del presidente Fernández se están debilitando. Las sombras se apoderan de sus acciones restándole la brillantez asociada al ejercicio exitoso del poder.
Dos de sus principales herramientas de acción política han dado muestras de cansancio. Su manejo del discurso público, así como una provisión recursos que por momentos se ha percibido como ilimitada.
Con su manejo de los medios de comunicación, sumado a su capacidad de retórica, el doctor Fernández Reyna ha conseguido colocar en el interés de la opinión pública los temas de su interés, logrando desviar la atención de otros que le resultaban perjudiciales a sus intereses políticos.
La reciente experiencia de movilización en torno al 4% del PIB para educación, puso al desnudo el deterioro de sus armas. Primero intentó desviar la discusión del tema de los recursos, planteando que es “un falso debate” el reclamo del 4% del PIB para educación. La respuesta apabullante y generalizada, tanto de los miembros de la Coalición Educación Digna como de los medios de comunicación, es que “la educación si es un problema de recursos”.
Como consecuencia del éxito del lunes amarillo, una experiencia de movilización social que trascendió lo local, ya que los dominicanos y dominicanas en el exterior se manifestaron desde diferentes lugares del mundo, tanto en Europa como en Estados Unidos y otros países de América Latina, el presidente de la República invitó a dialogar a los miembros de la Coalición en el Palacio Nacional.
Allí, en la casa de gobierno, donde cada detalle habla del poder de quienes gobiernan el país, rodeado de sus ministros, el Presidente Fernández fracasó nuevamente en su intento de convencer a los miembros de la Coalición utilizando su capacidad retórica.
Por otro lado, los recursos públicos han dado muestras de que no son inagotables. Un buen porcentaje del presupuesto del año 2011 será financiado con préstamos externos y las instituciones públicas muestran retrasos en el pago a sus acreedores, así como a su empleomanía. Las consecuencias en lo inmediato han sido la perdida de aliados tales como Angel Lockward y Francisco Peña Guaba, dos políticos a quienes se les reconoce por estar al lado de quien tiene el poder económico. También se tiene constancia de que algunos de los partidos aliados del PLD irán solos a las elecciones.
Por tanto, así como el día se despide sin apenas darnos cuenta, el poder del presidente Fernández da muestras de un envejecimiento lento pero consistente.
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