"Sin exageración, podemos decir que el futuro de nuestro planeta está en juego", dijo Ban durante la inauguración de las reuniones de alto nivel de la COP17, al subrayar que los próximos días serán "un desafío".
El secretario general hizo esa advertencia ante los delegados de los más de 190 países que asisten a la cumbre, en la que deberá decidirse, entre otros asuntos claves, el futuro del Protocolo de Kioto, que expira en 2012.
Ban pidió a los delegados que aprobaran un segundo periodo de compromiso de Kioto, para evitar "un vacío" en la lucha contra el cambio climático.
"Vosotros nos podéis sacar del borde del precipicio", dijo, y recordó que, según los científicos, las emisiones de gases de efecto invernadero deben reducirse a la mitad para 2050 si se quiere evitar un aumento crítico de más de 2 grados en las temperaturas respecto a la era preindustrial.
Sin embargo, el secretario general apeló al "realismo" en cuanto a las expectativas sobre la cumbre, cuyo segmento de alto nivel fue inaugurado por la ministra de Asuntos Exteriores de Sudáfrica, Maite Nkoana-Mashabane.
"Puede ser cierto, como muchos dicen, que el objetivo final de lograr un acuerdo global y vinculante sobre cambio climático esté lejos de nuestro alcance de momento", reconoció Ban.
Y citó como causas la crisis económica, las diferencias políticas y las distintas prioridades y estrategias a la hora de combatir el cambio climático.
En Durban, añadió, "debemos adoptar pasos concretos hacia un régimen climático más sólido" y mantener el impulso para la próxima cumbre que tendrá lugar en 2012 en Catar.
El secretario general afirmó que espera de la cumbre un segundo periodo de compromiso de Kioto y poner en marcha los acuerdos alcanzados en la anterior cumbre de 2010 en Cancún (COP16), como el Fondo Verde para el Clima que debe ayudar a las naciones más desfavorecidas a hacer frente al cambio climático.
También el presidente de Sudáfrica, Jacob Zuma, apeló a los delegados a "acordar la adopción de un segundo periodo de compromiso del Protocolo de Kioto".
"Los países desarrollados tienen la responsabilidad de liderar la respuesta al desafío del cambio climático. Deben liderar el esfuerzo global para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Y también deben liderar el apoyo a los países en desarrollo en sus acciones para reducir las emisiones y en sus esfuerzos para evitar el impacto del cambio climático", declaró Zuma.
Uno de los grandes temas pendientes sobre la mesa de la COP17, que se celebra del 28 de noviembre al 9 de diciembre, es la renovación del Protocolo de Kioto, que expira a finales de 2012.
El protocolo, firmado en 1997 y en vigor desde 2005, estableció compromisos legalmente vinculantes de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero para 37 países desarrollados, con la excepción de los Estados Unidos, que no lo ratificó.
Los negociadores intentan ahora acordar una segunda fase que sirva de transición a un nuevo acuerdo internacional legalmente vinculante.
Los países en desarrollo consideran crucial que las economías occidentales ratifiquen ese segundo período, mientras Rusia, Japón y Canadá no quieren renovar el tratado mientras sus competidores comerciales, China, India y EEUU, no asuman compromisos similares.
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