Por: Arismendy Martinez
Con la llegada de la temporada de navidad se enternecen los corazones y renace la esperanza de un pueblo, por alcanzar a tener un mejor tiempo del transcurrido; el compartir con familiares, amigos y conocidos se hace latente en cada persona y la alegría propia de ese tiempo contagia a todos de una manera muy especial.
Ese tiempo de navidad debería ser de reflexión familiar y no de una francachela barata y superficial; es la navidad el tiempo en que celebramos el nacimiento en un humilde pesebre de Belen del hijo unigénito de Dios, creador del universo. Muy por el contrario, nuestros llamados lideres políticos aprovechan ese tiempo para degradar a la población llevándola a la simple expresión de mendigos sociales.
Comenzando desde la presidencia de la republica se comienza con la repartidera de cajas de comestibles como limosna de navidad a la población; pues lo primero que hacen es poner la foto del presidente en las cajas que contienen las raciones alimenticias, en vez de poner un mensaje de una autentica navidad, eso es hipocrecia política.
Otros lideres políticos que también aspiran a un dia alcanzar la ostentación de presidente de la nación, también caen en el mismo desatino social, repartiendo cajas con golosinas propias de la navidad; no compartimos esta practica social de dar limosnas a la población, en vez de propiciar los cambios necesarios para que haya mayores oportunidades de obtener un empleo decente y justamente remunerado.
Eso de repartir cajas con comestibles a la población es llevar a miles de nuestros compatriotas a un envilecimiento social que no merece, pues esta paga puntualmente sus impuestos y en cambio a final de ano solo le dan migajas del pastel, cuando quienes tienen el sarten por el mango se sirven con la cuchara grande en detrimento del pueblo que una vez depositara toda su confianza en los que asi actúan de manera tan vergonzosa y en medio de una burlona sonrisa de una mal disimulada solidaridad social.
No compartimos la festinación de la repartidera de cajas con comestibles en busca de alcanzar la simpatía electoral de la población; creo en la solidaridad social bien llevada hacia quienes la necesitan y que la vida le ha sido adversa en muchas circunstancias de la vida; hacia ellos debe ser encaminada esa acción tratando de paliar su situación social.
Otra practica puesta en boga en esta época de tanta trascendencia cristiana, es la que utilizan muchos políticos de una mal llamada practica de compartir su cena de navidad con alguna familia pobre de un destartalado barrio de nuestra republica, otra forma hipócrita de envilecimiento y desconsideración social hacia nuestros sectores, pues las familias seleccionadas tendrán abundante cena por una noche y el resto de sus días, podrán tener esa suerte de repetir ese momento. Pobre nuestra población a merced de los depredadores políticos y sus multiples formas de practicar una supuesta solidaridad social.
Ojala entendiéramos cual es el verdadero origen y sentido de la navidad y que un dia alcancemos la plena convicción de lo que significa y la humildad del pesebre donde nació el Hijo de Dios, hecho hombre para redimir a la humanidad.
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