Por: Arismendy Martinez
La prensa dominicana ha destacado como si se tratara de una epopeya nacional, que el presidente de la Republica el Dr. Leonel Fernandez, haya ido al barrio Cienfuegos de Santiago a convertir a los moradores de ese sector en meros mendigos de un plato de comida. El hecho ha sido el culmen de una burla hacia los moradores de ese importante sector de la población de la ciudad hidalga y la planificación de una hipocrecia política de este adelantado discípulo de Maquiavelo, en un acto de ignominia social, convirtiendo a los residentes del barrio Cienfuegos, en marionetas de las maniobras maquiavélicas del presidente.
Claro estamos en campana política y el presidente sabe que como en los mejores días del imperio romano y cuando asomaba algún tipo de malestar social, el emperador convocaba al pueblo al circo y le presentaba algún espectáculo y le daba alimento por un dia, igual ha hecho en esta oportunidad el presidente que en un tiempo, muchos pensaban era el llamado a resolver los grandes problemas de injusticia social en nuestra sociedad.
Esta actitud del presidente de la Republica la catalogamos de indolente, vil, irrespetuosa, burlona, burda, canallesca; jamás pensé que los principios políticos del fenecido profesor Juan Bosch se vieran envilecidos por un hombre que estuvo tan de cerca de ese civilista cuya trayectoria política sobrepaso los linderos de la geografía nacional, para alcanzar dimensiones mundiales y ser paradigma de uno de los referentes políticos dignos de análisis por parte de los estudiosos de la política.
Como dominicano me duele la suerte de mi país, pero, mas me duele la forma medalaganaria en que esta siendo gobernado nuestro país, por un hombre cuyas ejecutorias van dirigidas solo a acumular riquezas para si y sus amigos del anillo social del que se ha hecho para gobernar estos anos; una vez el Dr. Leonel Fernandez ha demostrado que cuando se trata de alcanzar algún objetivo político, no se detiene ante nadie ni ante nada y tal como lo dijera en los Estados Unidos, disponía de 40 mil millones de pesos para dar comida a la población y asfaltar las calles de los barrios depauperados del país, eso es una desfachatez política.
Lo lamentable es que el candidato del PLD el licenciado Danilo Medina, permanece callado y quien calla otorga y como es su costumbre con su lenguaje destemplado y tartamudeando, dice que continuara la obra de gobierno de su amo político y como colofón, los aspirantes enclavados en la oposición, ven esta acción denigrante del presidente a la población como una acción cotidiana y se quedan impávidos sin decir ni hacer nada al respecto.
Ayer los moradores del barrio Cienfuegos de Santiago, mendigaron un plato de comida y comieron hasta saciarse, el presidente y su sequito regresaron a la capital en sus lujosos carros, mientras que los residentes de dicho barrio se fueron a sus respectivas casas a reposar la hartura de la cena; hoy sentiran hambre y tendrán la ausencia de alimentos para mitigar la misma, mientras que el presidente y sus prominentes funcionarios envueltos en aureolas de superioridad política, tendrán un verdadero manjar sobre sus mesas y no recordaran el hambre que revestida de desesperanza acompaña a los burlados residentes del barrio Cienfuegos de Santiago de los Caballeros.
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